martes, diciembre 27, 2005

Redenciones

Insiste ésta en ser la época en la que parece que hay que dedicarse a la redención de las diversas faltas cometidas a lo largo del año, esto, en mi humilde opinión, no tiene ningún sentido.

Un Fin de Año me dedico disfrutarlo, que bastante me devano los sesos durante los 365 días, ( sí, 364 si nos toca un bisiesto) como para encima preocuparme por hacer un listado de lo terriblemente mala persona que he sido y cebarme en dicho listado en un solo día, entre otras cosas, porque dudo mucho que haya religión sobre la tierra capaz de darme algún tipo de absolución. Es un concepto de Fin de Año demasiado apocalíptico para mi gusto.

Así que espero dejen a un lado ese tipo de “martirizaciones” y en caso de sentir una imperiosa necesidad de llevar a cabo dicha regeneración, lo pospongan para período estival, que parece mucho más animado y alegre, además de gozar de un tiempo más agradable para poder compartir con los demás a esa nueva persona que hayamos creado en nuestra imaginación y que probablemente olvidemos, en cuanto dejemos de ver anuncios que nos lo recuerden, como la intención de dejar el tabaco. Si hemos de tener una nueva vida, que podamos tenerla cada día.

Les envío mis más sinceros deseos de que disfruten de estos días y por favor, no cambien: me gustan como son.

jueves, diciembre 22, 2005

Espumillón


Releyendo las Memorias de un Elfo Ocuro, me ha sorprendido el verme contagiada (yo!?), por un maravilloso espíritu de felicidad que creo que en esta época se hace llamar "Espíritu Navideño", vaya, que se ha otorgado para estas fechas de nombre y apellido.

Sea cual fuere el nombre en cuestión, ha llegado hasta esta mar y, aprovechando la presente pleamar, les inundo con la que he decidido será mi sustitutivo de los dichosos villancicos.

Fly Me To The Moon

Fly me to the moon
And let me sing among the stars
Let me see what spring is like
On Jupiter and mars
In other words, hold my hand
In other words, darling kiss me
Fill my heart with song
And let me sing forevermore
You are all I long for
All I worship and adore
In other words, please be true
In other words, I love you...

¡Espumillón para todos en estas Navidades!

miércoles, diciembre 21, 2005

La noche más larga

Hoy será la noche más larga del año. Afirmación categórica.

Eso me han dicho, pero no puede ser, yo he pasado noches interminables, eternas. Larguísimos segundos que confundía con horas.

Tantas veces mirando el despertador que impertérrito seguía iluminando cada uno de sus segundos en la oscuridad ¿pero a qué espero?

¿Puede ser que vaya hacia atrás el tiempo? Creo haber visto la aguja moverse en sentido inverso al establecido.. ¿en sentido contrario?...mmmmmm.... Silencio.

La noche más larga... ¡un momento! ¿De quién son esas miradas?

Permanezco atenta a sonidos imperceptibles para formas humanas.

La noche más larga... pero si no hay noche que no sea eterna desde que descubrí que algo fallaba porque él no estaba... ¿y es para el resto ésta la noche más larga?

lunes, diciembre 19, 2005

Cuervo Agorero



El jueves pasado salí de casa convencida de que un frío polar helaría mi ánimo y/o como mínimo la cara. Entenderán que a estas alturas no vea ningún beneficio en esta congelación, hasta que empiece a pensar en liftings, que diré en mi defensa, de momento no son necesarios.

Era un bonito día de invierno y de mí es difícil oír ( leer) semejante frase, porque el frío no va demasiado conmigo.

Apostado en una columna que determina el fin de la valla que rodea mi casa, a contraluz, vi un pájaro, disculpen si no especifico mucho más, no soy experta ornitóloga, (aunque se me da bien reconocer a carroñeros y rapaces) pero me atrevería a decir que era un cuervo. El bicho, me miró de soslayo y con lo que tal vez fuese una sonrisa o una mueca, me dijo: “Disfruta este día y sonríe hasta esta noche, porque mañana tu canción volverá a ser la nuestra”

Los dos sabíamos a qué canción se refería.

He salido a la calle abrazado a la tristeza:
vi lo que no mira nadie y me dio vergüenza y pena.
Soledad que te pegas a mi alma
en la dulce soledad de este campo de otoño.
No hay momentos de sosiego.
Rebeldía pura de amores sin amores.
Ilusiones puras y puros conformismos
intentando levantar el espíritu nostálgico
de querer estar contigo y nunca estarlo.
Los llantos desconsolados que estrangulan las gargantas;
los ancianos encorvados: parece que la tierra les llama.
Volverás de vez en cuando a estas tierras agrietadas
y verás de nuevo a quien te ama borracho;
borracho de amores y libertades.
Y también de vinos por olvidarte. Borracho...
Me da pena que se admire el valor en la batalla;
menos mal que con los rifles no se matan las palabras.
Y si surgen saludos y palabras
tal vez notes la dureza de mi estilo
queriendo no herirte en nada,
y en mi soledad sólo herirme yo mismo.
La justicia está arrestada por orden de la avaricia;
el dinero que te salva es el mismo que te asesina.
Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero
sin miedo a leyes ni a nostalgias
y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.
Soledad de amores triste y pura,
soledad de amores y locura.

No me des más esperanzas: sé que todo son mentiras;
sacos llenos de agujeros para guardar alegrías.
Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero
sin miedo a leyes ni a nostalgias
y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.
Me da pena que se admire el valor en la batalla;
menos mal que con los rifles no se matan las palabras.
Soledad de amores triste y pura,
soledad de amores y locura.

Maldito cuervo agorero.

miércoles, diciembre 14, 2005

Rosa Azul, mi cuento de Navidad

Trataba de atravesar el día sin sentir el peso de la tristeza, cada paso parecía producirse con un arrastre de cadenas. Atravesar sin seguir ningún camino, creando el propio intentando que algo mereciese la pena.

Tanto tiempo esperando su regreso, deseando que volviese. El peso del dolor tan inmenso, el peso del alma cuando quiere estar llena.

Y verle, sólo poder verle y esa mirada. Una sola mirada podría colmar ese vacío y así transformar su alma en ligera.

Pérdida del destino. Nuevo movimiento. Observa su paso, un último paso y la tristeza arraiga, un amasijo de raíces en la vida que rechaza si ha de ser sólo ella.

Convierte su sangre en savia, no puede dejar que la esperanza se desvanezca. Transmuta su cuerpo en tallo y espinas, para soportar con aparente aspereza.

Hasta el brillo de la Luna palidece ante esta belleza y asegurándose que él advierta así su presencia, le concede a sus pétalos un color, el digno de la realeza.

lunes, diciembre 05, 2005

Quiero ser Gato


Tengo un animal curioso mitad gatito, mitad cordero. Es una herencia de mi padre. En mi poder se ha desarrollado del todo; antes era más cordero que gato. Ahora es mitad y mitad. Del gato tiene la cabeza y las uñas, del cordero el tamaño y la forma; de ambos los ojos, que son huraños y chispeantes, la piel suave y ajustada al cuerpo, los movimientos a la par saltarines y furtivos.

Echado al sol, en el hueco de la ventana se hace un ovillo y ronronea; en el campo corre como loco y nadie lo alcanza. Dispara de los gatos y quiere atacar a los corderos. En las noches de luna su paseo favorito es la canaleta del tejado. No sabe maullar y abomina a los ratones. Horas y horas pasa al acecho ante el gallinero, pero jamás ha cometido un asesinato. Lo alimento a leche; es lo que le sienta mejor. A grandes tragos sorbe la leche entre sus dientes de animal de presa. Naturalmente, es un gran espectáculo para los niños. La hora de visita es los domingos por la mañana. Me siento con el animal en las rodillas y me rodean todos los niños de la vecindad.

Se plantean entonces las más extraordinarias preguntas, que no puede contestar ningún ser humano. Por qué hay un solo animal así, por qué soy yo el poseedor y no otro, si antes ha habido un animal semejante y qué sucederá después de su muerte, si no se siente solo, por qué no tiene hijos, como se llama, etcétera. No me tomo el trabajo de contestar: me limito a exhibir mi propiedad, sin mayores explicaciones. A veces las criaturas traen gatos; una vez llegaron a traer dos corderos. Contra sus esperanzas, no se produjeron escenas de reconocimiento. Los animales se miraron con mansedumbre desde sus ojos animales, y se aceptaron mutuamente como un hecho divino.

En mis rodillas el animal ignora el temor y el impulso de perseguir. Acurrucado contra mí es como se siente mejor. Se apega a la familia que lo ha criado. Esa fidelidad no es extraordinaria: es el recto instinto de un animal, que aunque tiene en la tierra innumerables lazos políticos, no tiene un solo consanguíneo, y para quien es sagrado el apoyo que ha encontrado en nosotros.

A veces tengo que reírme cuando resuella a mi alrededor, se me enreda entre las piernas y no quiere apartarse de mí. Como si no le bastara ser gato y cordero quiere también ser perro. Una vez -eso le acontece a cualquiera- yo no veía modo de salir de dificultades económicas, ya estaba por acabar con todo. Con esa idea me hamacaba en el sillón de mi cuarto, con el animal en las rodillas; se me ocurrió bajar los ojos y vi lágrimas que goteaban en sus grandes bigotes. ¿Eran suyas o mías? ¿Tiene este gato de alma de cordero el orgullo de un hombre? No he heredado mucho de mi padre, pero vale la pena cuidar este legado.

Tiene la inquietud de los dos, la del gato y la del cordero, aunque son muy distintas. Por eso le queda chico el pellejo. A veces salta al sillón, apoya las patas delanteras contra mi hombro y me acerca el hocico al oído. Es como si me hablara, y de hecho vuelve la cabeza y me mira deferente para observar el efecto de su comunicación. Para complacerlo hago como si lo hubiera entendido y muevo la cabeza. Salta entonces al suelo y brinca alrededor.

Tal vez la cuchilla del carnicero fuera la redención para este animal, pero él es una herencia y debo negársela. Por eso deberá esperar hasta que se le acabe el aliento, aunque a veces me mira con razonables ojos humanos, que me instigan al acto razonable.




El Híbrido, Franz Kafka

viernes, diciembre 02, 2005

Días de lluvia



No sé por qué ( confirmando que soy un mar de dudas) en estos días de lluvia parece que a todo el mundo le cueste mucho más trabajo hacer cualquier cosa: levantarse, una odisea; ir a trabajar, para qué comentar cuando tienes que esperar el autobús en una parada en la que un badén imperceptible en días sin lluvia, hace presente su existencia tales días como hoy, para que todos los usuarios del trasporte privado puedan jugar a “empapemos al infeliz de la parada”... y bueno, en resumen todo el mundo con caras largas, pero ni con esas han podido evitar que llegue y casi puntual, hasta el puesto de trabajo desde el que escribo y con ánimo estúpidamente feliz sin motivos aparentes.

La única razón que se me ocurre que explique este estado y así, poder compartirlo con ustedes, es que tengo desde ayer y de forma irremediable en la cabeza, la canción de “qué tiempo tan feliz” de Sandy Show (¿), por favor si alguien sabe dónde conseguir la letra que me diga, porque la que yo tengo en la cabeza, más que probablemente diste muchiiiiiiiiiíiiiiiiisimo de la real...

Por cierto, ¿he dicho que llueve en Madrid?

jueves, diciembre 01, 2005

Disculpas mil

Me han informado muy gentilmente, de la limitación de acceso a los comentarios de las publicaciones en este Blog, como ya indiqué a quien procedía, la idea de “sectarismo blogil” no tiene cabida en esta página, así que, en este momento, me alegra poder decir que tras diversas investigaciones he descubierto en qué fallaba el asunto..y creo que está solucionado.. bienvenidos pues los comentarios de todos aquellos que deseen hacerlos.. (aquí claramente me la he jugado, espero sepan apreciar la valentía..)

Alego en mi favor que “estoy en pañales”, tengo 5 días no más..

Confesión: los textos están publicados con fecha aproximada de edición, no de publicación. Las fechas son simbólicas y se corresponden con el 20 de cada mes desde la fecha de mi cumpleaños, hasta el pasado mes.

Ni que decir tiene que todavía sigo indagando y descubriendo el funcionamiento de este mundo de los Blogs. Ejem, Espero que me vaya mejor que en el de fuera.

¡¡¡La misma cantidad de besos que de disculpas para todos!!