lunes, julio 31, 2006

Tokio Blues


Libro altamente recomendado por un buen amigo, tanto que me ha obligado a prometer que lo compraría aún no siendo yo muy amiga de los "best sellers" y éste haberlo sido, entre otros países, en Japón. Les dejo un “breve” resumen que encontré por ahí:

“Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor –y único– amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. La situación, para él, para los tres, se ha vuelto insostenible; ninguno parece capaz de alcanzar el delicado equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo.”

Está claro que por nombre, le pongo esta banda sonora a este post:

"Tokio ya no nos quiere"
Lori Meyers

tú que duermes a mi lado
no quieres despertar
hasta que salga el sol
dormir juntos los dos
si somos diferentes
no te lo crees ni tú
hasta que salga el sol
y tú que duermes a mi lado
no quieres despertar
hasta que salga el sol
si te quieres venir
que sea porque no te da igual
si te quieres venir
que sea porque no te da igual
si te quieres venir
ahora ya no hay vuelta atrás
si te quieres venir
ahora ya no hay vuelta atrás
yo sonrío y me levanto
sin desayunar
me meto en cualquier bar
la cuenta está al llegar
te llamo desde un barco
y tardas en bajar
no me hagas sufrir más
tú que duermes a mi lado
no quieres despertar
hasta que salga el sol
si te quieres veni
rque sea porque no te da igua
lsi te quieres venir
que sea porque no me da igual
si te quieres venir
ahora ya no hay vuelta atrás
si te quieres venir
ahora ya no hay vuelta atrás
si te quieres venir
hasta que salga el sol

Y también les dejo
el vídeo.
Oleadas de besos tan azules como ese fuego...

viernes, julio 28, 2006

La hoguera



Cuando era chiquita estuvo durante mucho tiempo deseando que llegara el amor. Oía maravillas del amor, de ese sentimiento que hacía que las personas se convirtieran en mejores. Así que cada noche más mágica del año, esa de San Juan, buscaba y aprendía nuevas fórmulas, hechizos, pócimas. Con cada vela que encendía conjuraba a los elementos para que atendiese su petición.

Fueron tantos las combinaciones que probó con el convencimiento de que algo funcionaría que hasta se inventó nuevas variaciones para cada noche.
Lo que no sabía es que los seres mágicos y estaban muy atareados con tantas peticiones que les confundían. Así que a medida que iba creciendo fue encontrándose con situaciones que confundía con amor a medida que sus propias solicitudes eran más difusas.

Sus peticiones además empezaron a tomar otra perspectiva, ella ya no quería sentir nada, quería que fuesen los demás los que sentiesen y amaran.
Pasados los años, se olvidó de todas esas tonterías y empezó, o trató de continuar con su vida, pero ciertamente, algo había perdido en el camino y besaba, amaba y creía querer ningún criterio. Ponía todas sus energías en los primero días de relación y desapareciendo por aburrimiento con la misma facilidad. No conseguía encontrar eso de lo que no paraba de leer y escuchar y como tampoco lo había tenido, no estaba segura de reconocerlo si lo encontraba.
Cierta noche de San Juan que ella ignoró gustosamente por lo infructuoso de sus conjuros, se enfadaron las hadas, puesto que le habían estado intentando atender en la medida de lo posible y ahora, después de colapsarlas, se daba media vuelta y las ignoraba.
Ha de saberse que los seres mágicos tienen un grandioso ego al que no hay que ofender y ella con su actitud altanera, lo hizo.

Como castigo vio cumplido un deseo de hace mucho tiempo, en el que quería volver a sentir por lo menos algo parecido al amor y se cumplió con tanto retraso que no recordaba tan siquiera haberlo deseado. Y lo peor del castigo es que no sabía de quién se había enamorado.
Total, que feliz como había estado en ese mundo en el que sólo existía ella, se vió de pronto golpeado y ella desbordada por un cúmulo de sentimientos incontrolados, revoltijos constantes de estómago, insomnio, inapetencia absoluta, incapacidad de movimiento y accesos terribles de abstracción.
Quedó totalmente demacrada, perdió su trabajo, casi hasta el habla, sus amigos y las ganas de hacer nada.

Así estaba la pasada noche de San Juan, irreconocible, suplicando frente a la hoguera, que la dejaran como estaba. Mientras concentraba todas sus energías en este último ruego, apareció a través del fuego, entre las llamas, el rostro amado que tendió su mano y mientras con un susurro la llamaba con paso decidido fue hasta la hoguera donde él la esperaba. Fundiéndose en una bola de fuego bajo una noche de bóveda estrellada.

miércoles, julio 26, 2006

Extraños contemporáneos


Supongo que todos hemos tenido en algún momento, extrañas asociaciones. Me refiero a las asociaciones de ideas porque de las otras yo ya puedo indicar que les dejaría a todos ustedes en segundos puestos sin duda alguna.

El asunto es por ejemplo, admito que ésta es muy evidente, pero es lo que a mí me ocurre cada vez que hablan de Reinhardt que en mi caso, asocio de forma irremisible a Reinhart (Reinhart Koselleck), historiador “conceptual” a no confudir con el islamólogo holandés Reinhart Dozy, o mucho peor Reinhard (me resulta complicadísimo recordar a quién corresponde cada nombre, si no es por contexto). De todas formas les indico algo que podrán encontrar en cualquier parte o a través de cualquier buscador, pero no me deja de parecer curioso, sobre todo, en estos dos casos el del músico y el del “ideólogo” (parece que llaman esto a cualquier cosa):


Reinhard: que dio nombre a la Operación Reinhard, un nombre en clave para el plan de asesinar a los judíos polacos y que fue el principio o la fase inicial del Holocausto. Es algo anterior a las matanzas de Auschwitz. Este señor, con padre músico (tiene cojones) parece que fue uno de los principales ideólogos del Holocausto y por esta idea, se crearon 3 campos de exterminio que funcionaban con los gases de motores diésel o envenenamiento con el Zyklon B, otro gas que fue estrella en Auschwitz. No me enrollo más porque no merece ni la pena.

Reinhardt: Guitarrista de jazz etc.... le sorprendió la II Guerra Mundial en Londres y suerte que tuvo, porque como sabemos era de raza gitana. Y Mientras el resto de sus hermanos de raza sufrió la persecución y los campos de concentración, Django Reinhardt, tuvo la suerte de ser el protegido de uno de los funcionarios de la administración nazi aficionado a su música. Paradójicamente, Reinhardt y su música fueron, durante la ocupación nazi de Paris, uno de los símbolos culturales de la Resistencia.

Ante esta comparativa ni que decir tiene que me quedo con el segundo y en lo que a mí respecta el primero podría quedar en el más profundo de los olvidos, lamentablemente ignorar su existencia, no conllevaría su desaparición de la Historia ni de las secuelas de sus ideas y actos.
Cuán distintas pueden ser dos vidas contemporáneas con nombres de tan extraordinario parecidos.

Por extraños designios del destino existe la “Ley de la Compensación”.

lunes, julio 24, 2006

Mad About a Boy

Deseo la locura del alma, esa que no entiende de convencionalismos, esa que sóla se canta.
(Mareablanca)
MAD ABOUT A BOY

Mad about the boy,
I know it’s stupid to be mad about the boy,
I’m so ashamed of it, but must admit
The sleepless nights I’ve had about the boy.
On the silver screen,
He melts my foolish heart in ev’ry single scene,
Although I’m quite aware that here and there,
Are traces of a cad about the boy.
Lord knows I’m not a fool girl,
I really shouldn’t care.
Lord knows I’m not a schoolgirl,
In the flurry of her first affair.
Will it ever cloy?
This odd diversity of misery and joy.
I’m feeling quite insane and young again
And all because I’m mad about the boy.

jueves, julio 13, 2006

"Se vende oxígeno".(V).


Por la creación de esa enorme burbuja a su alrededor, a cambio pagó el precio de su propia desaparición.

Hacía tiempo que diversos estudios demostraron la inviabilidad de seguir con este ritmo de consumo de oxígeno, por lo que había que reducirlo de forma considerable y casi a toda costa.

Hubo un ingeniero que pensó en el reciclaje del mismo, la cuestión era cómo hacerlo. Así que ingenió (haciendo honor al nombre de su profesión) este mecanismo por el que los seleccionados, serían personas que no estaban a gusto en su mundo y preferían vivir en otro, gente que decidía vivir otra realidad que no ésta, individuos que querían su mundo blanco a costa de todo. Y eso es lo que tendrían.

La forma de escogerlos era autoselectiva, ellos mismos, en caso de necesitar sobredosis reoxigenadoras eran los candidatos perfectos ya que demostraban ser un foco insaciable y perjudicial para el resto. Querían su oxígeno, su espacio y permanecer en él siempre sin más preocupación. Así que, a la larga, en caso de seguir volviendo, ellos mismos producían su transformación. Eran chupópteros de energía que se transformaban en la energía misma: el oxígeno.

No era más que una técnica para hacer respirable el mundo. Era la forma de hacer desparecer a la gente que no sabía respirar y que tampoco dejaba que los demás lo hiciese, la gente que sobraba, la que prefería no estar. Era un transformador de egoísmo puro en oxígeno puro.

Lo que respiraba al entrar era la esperanza de otra gente, de otros clientes que entraron con el deseo de que sus vidas fuesen blancas e impolutas y en vez de hacerlo en su propia vida sin evadirse, pretendieron comprar una redención en la que no participase el resto, todos los que pretendieron una salvación sin compartirla con nadie: esos eran los perfectos candidatos, esos eran los clientes seguros, los que sin saberlo, convertirían su existencia en un acto de salvación para la Humanidad.

Fin.

(Mareablanca)

miércoles, julio 12, 2006

"Se vende oxígeno". (IV).


Cada nueva visita repetía el mismo proceso y nunca más se encontró con nadie.

Pero eso ya no importaba. Sólo aquella voz “respire”.

No se preguntaba de dónde salía tal cantidad de oxígeno, cómo podía mantenerse la tienda con suministros gratuitos o qué es lo que ganaban. Él tan sólo iba y se hinchaba.

La respiración con ese oxígeno se volvió fundamental en su vida. No quería reconocerlo, tampoco se lo habría planteado, pero se había vuelto adicto y cuanto más oxígeno respiraba más necesitaba.

Ya no iba al trabajo ni a casa. Los minutos pasaban a horas. Pasaba días enteros allí dentro y ni se percataba.

En alguna que otra visita, tras muchas sesiones intensivas hasta le pareció ver otras burbujas en las que la suya se reflejaba. Daba igual.

Pero era una tienda, en eso no mentían y todo el que compra, paga.

(... continuará...)

martes, julio 11, 2006

"Se vende oxígeno".(III).



Mientras volvía al día siguiente por un camino directo a la tienda de Oxígeno, iba pensando en el increíble día que había sido el anterior, tras su primera visita.

Todo había ido estupendamente, había creado un espacio a su alrededor impenetrable en el que él era el único centro. Era como vivir dentro de su propia burbuja inmune a cualquier factor externo.

Además, había dormido perfectamente, como hacía tiempo que no lo hacía y se había despertado con un humor inmejorable. Claro que ya empezaba a notar que iba perdiendo los efectos de tan beneficioso tratamiento. Volvían a planear los nubarrones sobre su cabeza y por ello volvía con paso agitado hacia la tienda.

Esta vez tras el nuevo deslizamiento de la puerta, no necesitó buscar a nadie y oyó una voz que le indicaba “respire”. Eso hizo.

Hinchó sus pulmones inspirando todo ese purificador elemento y al expirar notó como cada pensamiento, cada energía negativa, salía de su burbuja protectora. Así permaneció estático en medio de la sala durante largo tiempo.

Al salir volvió a sentirse nuevo, pleno, lleno.

Ligero.


(.. continuará...)

lunes, julio 10, 2006

"Se vende oxígeno".(II).




Con tono pausado le explicó el funcionamiento de aquel negocio.

Tenían unas fábricas de oxígeno repartidas en distintos puntos del planeta. La idea había surgido de la propia NASA como invento para facilitar la vida de los astronautas en órbita y así poder crear estaciones satélite a la Tierra, pero ocurrió algo así como con el velcro, pasó a ser un invento revolucionario espacial y especial que tal y como iban las cosas por el planeta en los últimos años, acabaría por tener una gran proyección e incluso podría convertirse en negocio en suelo firme tal y como había ocurrido, ya que pronto el aire sería irrespirable. De hecho, hacía ya mucho que para él, lo era.

La idea de poder respirar oxígeno limpio y puro le pareció increíblemente buena. No tendría seguir respirando polución, ni los malos humos que expirase el gentío y a lo mejor, hasta conseguiría darle un “nuevo aire” a su vida, que hacía tiempo era casi tan gris como el asfalto y esos nubarrones que de forma constante parecían estar siempre sobre su cabeza.

Por supuesto, le indicó al caballero de blanco su intención de comprar ese revolucionario concepto de producto que acabaría con toda las distintas escalas de grises que se amontonaban en su vida. Quería tantas bombonas de oxígeno como le fuera posible trasportar. E incluso, hizo el gesto propio de introducir su mano en el bolsillo de la chaqueta para sacar la cartera, pero el caballero de blanco, muy amablemente le indicó que no era necesario, era un servicio gratuito por el que no tenía más que ir a aquella tienda cada vez que lo considerase necesario y quedarse allí un rato, respirando tranquilamente.

No daba crédito, ¡el negocio del siglo y resultaba ser gratuito!. Sospechó que tal vez fuese una engañifa pero tan pronto se volvió para hacer más preguntas a su interlocutor, éste, había desparecido. Mientras oía como en eco a esa voz ya familiar, que le decía que ésa había sido su primera sesión.

Era cierto que se encontraba más grande, más limpio, más oxigenado.

Al abrirse nuevamente la puerta invitándole a su salida, decidió que al día siguiente sin falta volvería.

(...continuará..)

jueves, julio 06, 2006

"Se vende oxígeno"


Eso decía aquel cartel.

La intriga le pudo, así pegó su nariz al cristal del escaparate sin poder ver más que un inmaculado espacio. Unas paredes con azulejos impolutos y en el suelo máculas baldosas eran las únicas que decoraban.

Todo aquel espacio le parecía una gran urna blanca con una sola entrada de cristal. Pensó que podía ser algún tipo de tienda para personas con deficiencias respiratorias y aunque en realidad no lo necesitase, decidió entrar en lo que se le antojó ser una tienda.

Permaneció unos minutos dubitativo ante la puerta de pomo inexistente y por fin se decidió a realizar un movimiento decidido por el que la puerta se deslizó, ocultándose hacia un lateral de forma automática. Tras su paso se cerró de idéntica forma. Absoluto silencio.

Nadie apareció y su entrada sin sonido alguno, ninguno emitido por la puerta o su mecanismo automático ni sus pasos resonaban en ese vacío, ni siquiera el sonido emitido por las consabidas campanillas colgadas del techo para sonar una vez las agite la puerta. La falta de mostrador e inclusive la ausencia de persona alguna empleado o no, empezó a ponerle algo nervioso.

Tampoco había ninguna puerta más que aquella que daba a la calle, por lo menos de forma aparente.

Estaba absorto en la contemplación de la limpieza de la arquitectura interna del local cuando a sus espaldas una voz le indicó ser bienvenido al venta de oxígeno dentro del propio espacio. El se giró hacia la voz y se encontró con un caballero con traje blanco inmaculado que le otorgaba solemnidad a su presencia.
(...continuará)

martes, julio 04, 2006

Porque te vas

Porque te vas no me escondo.

Porque te vas necesito inventarme.

Estoy y te escribo.

No escribo sino estás. No existo si no me lees.

Pero aún existo si no estás.

Cada mañana que amanecemos abrazados es confirmación de sentencia, te vas.

Ni voy a ir contigo ni tú te vas a quedar.