lunes, noviembre 26, 2007

Manual de Experimentos

Manual de Experimentos.

Experimento nº 2.-

Paso 1: Meta en un frasco de cristal una mota de barro.

Nota: no tengo frasco. Me las apañaré solidificando alguna burbuja de aire, que para este caso servirá.

La mota de barro la pillo de algo que me sobró por ahí del experimento anterior, que poco más o menos que vino a explotarme en la cara, eso sí, con un resultado bien lindo, también hay que decirlo.

Paso 2: Añada un poco de agua. Preferiblemente en una proporción de 1 sobre 3.

Nota: No problem. Está hecho, también me sobró agua.

Paso 3: Agítese con suavidad.

Nota: Agito.

Paso 4: Déjese fermentar durante unas horas.

Nota: Aprovecho la ocasión para echarme una siestecita, que nunca viene mal. Es cierto que el anterior experimento explotó y lo dejó todo perdido, pero una vez que limpié un poco y ordené el caos inicial, resultaron unas manchitas incandescentes muy graciosas a las que me gusta quedar mirando en la oscuridad mientras espero que llegue mi reparador sueño.

.
.
.

Esto es lo último que recuerdo haber anotado. Me debí de quedar dormido más tiempo de lo que pensaba… la ciencia de las siesta es muy imprecisa y yo tengo que trabajarla.

El tema del bote salió rana: me han salido unos microbios que se han hecho con el frasco. Por lo visto, los bichos estos se han reproducido desde un primer microbio que se me coló en el citado bote (admito que recuerdo haber estornudado). Pero lo que más me sorprende, es que de un solo bicho hayan salido todos estos que además, no parecen muy inteligentes. Lástima. También admito que la materia prima era bastante deficiente.

En fin, antes de tirar el experimento por el sumidero, observé un poco a la “comunidad de microbios”, que se comportaban como todo, menos como comunidad. Advertí que con tanta actividad habían conseguido que el frasco casi bullese.

Mediante mi observación, he descubierto que el microbio originario, se dividió en mitades con el resultado de que hay microbios divididos por todo el frasco, que se necesitan entre sí para poder seguir existiendo.

Lo increíble del resultado, es que un mecanismo tan simple –parece que no entiende que se trata de encontrar la otra parte que necesita para vivir-, ha convertido su existencia en un complejísimo e intrincado comportamiento por el que al ser ahora tantos, les cuesta más trabajo encontrar su mitad y parecen haber olvidado que este es el origen y fin de su existencia, con la consiguiente frustración, que se ha transformado en el intento de las mitades con unas características comunes a tratar de imponerse y dominar a las que tienen el otro grupo de características, como si de esta forma pudiesen encontrar más fácilmente a su mitad (no saben lo que me costó encontrar las diferencias).

Esto no queda aquí, sino que además, una de las partes “autodenominada” la más fuerte (de verdad que no son conscientes de que son microbios) y que encima resulta ser de mecanismo más sencillo ya que no es capaz de formar vida, sino únicamente de destruirla, se ha hecho con todo e incomprensiblemente impuesto a la otra apelando a su fuerza y por ello superioridad.. a veces tengo tremendas ganas de despachurarlos.

Pero si esto me ha resultado sorprende, ni imaginar cómo me ha chocado, tras una segunda observación que, no contentos con dividirse en sí mismas para luego poder multiplicarse (que ya es de complicada explicación) ha resultado que, una de mis manchitas incandescentes del anterior experimento (tenía que haberlas limpiado concienzudamente), ha hecho que la primera capa de los bichos tomen una amplia gama de colores (esto sí que me ha salido chulísimo), pero, agárrense, también los que son de unos colores tratan de predominar e imponerse a los que son de otro!!!

Estoy ante un dilema, no sé si dejarles a su libre albedrío y ver hasta dónde llegan eso que creos que no debe de quedar mucho: el bote está hirviendo a punto de explotar –otra vez- y siguen multiplicándose a la vez que tratando de aniquilarse y todo dentro del minúsculo frasco; si bien es cierto que alguno se me ha escapado, pero no aguantan mucho fuera; o abrir el bote y decirles cuatro cosas y acabar con ellos… esta opción se me ocurrió cuando descubrí, que con esta manía de hablar en sueños, que algo oyeron y no sé qué entendieron porque ahora también se matan por lo que dije y yo ni tan siquiera lo recuerdo.

Parece que en realidad todo es culpa mía porque yo colé al primer microbio y ahora todo lo que hacen es por parecerse a mí, hacen lo que sea por hacer ver que soy más parecido alguna de sus mitades o de sus colores, cuando yo soy un todo y lo de los colores muy bien no lo entiendo, porque si todo realmente lo hacen por parecerse, si en algo están todos de acuerdo, es en que saben que mi cuerpo es etéreo.

Pensaré qué hacer con ellos. De momento, dejaré a un lado mi “Manual de experimentos".

jueves, noviembre 15, 2007

Negra Marea


El infame resultado, con carácter resoluble, de no acabar con el dichoso "período de adaptación" es el de no gozar de tiempo suficiente para poder estar surcando estos mares tan constantemente como a mí me gustaría. También es cierto que mientras voy de acá para allá, he estado observando con horror, el mundo.

Lo que me ha dado que pensar que en estos últimos tiempos, tengo la imperiosa necesidad de crear mi "anti-yo", algo así como sacar a la luz a "mi lado oscuro" o completarme como Yin con un también enérgico Yang, con ello quedaré más o menos divida, o más bien, multiplicada mediante mi álter ego.

Con esto vendría a tratar de solventar la problemática de romper bruscamente con la línea de este espacio. No habría mayor problema, si no fuera porque en ocasiones ciertos pensamientos tórnanse pretenciosos, arrogantes, irónicos, agresivos, incisivos, violentos... en definitiva, demasiado negros y como el chapapote no debe manchar la mar y debe estar recogido en un contenedor apropiado he empezado los trabajos de limpieza otorgándole nombre.

He aquí mi álter ego:
Negra Marea.