lunes, mayo 23, 2011

Normas de la compañía


“Este gordo ocupa mucho lugar. ¡Hay que joderse!. Deberían pagar más si ocupan más espacio y si hasta consumen más oxígeno!, ¡¡¡pero si hoy en día cobran hasta por las maletas!!! ¡¡o por pagar con tarjeta!!..claro que, entonces debieran cobrarnos menos a los delgados, a los que no llegamos a nuestro peso ideal, y cobrar menos en las peluquerías si llevas el pelo corto, devolverte el dinero si no llegas a tu “consumo mínimo” de móvil...Joder... definitivamente me he vuelto un gilipollas..qué vergüenza!, soy un cabronazo!.. Será por la desesperación de llevar dos horas detrás de él en la cola esperando a que nos atiendan..y por fin le toca!!. Vaya, se para de nuevo...¿ahora qué?"- pensaba mientras escuchó cómo le decían al individuo de delante..

 - Sr., lo siento, debe pagar un extra por un asiento más grande... ya sabe, si por mi fuera... - añadió la azafata de tierra con una espectacular sonrisa-  pero son normas de la compañía.

(Serie 4: Relato 1)

Serie 4: "Este gordo ocupa mucho lugar"



He aquí la peculiar frase que dará comienzo a la nueva serie de microrrelatos...

"Este gordo ocupa mucho lugar"

lunes, mayo 16, 2011

Decisión cobarde




"Totalmente. Estoy convencido. No miraré atrás, ya lo decidí en su día y ahora no voy a echarme atrás. No, no puedo. Decidí optar por otra cosa, por un amor duradero. Tal vez fue deshonesto, no sé si para mí o para ellas. No tenía futuro con ella, no sé si alguna vez lo entendió. Tampoco lo hablamos. Era tan.. pasional... Y a mi mujer no es que no la quisiera, sencillamente la elegí por su amor calmado. No, no me arrepiento. Puede que no fuera del todo sincero. Pero fuera como fuese esa fue mi decisión". La miró de soslayo. "No sé a quién engaño, pienso en ella cada día, desde el último en que nos vimos...". Cerrando los ojos y los puños con fuerza, apresuró el paso mientras pasaba por su lado tratando de controlar el no respirar su perfume, no alcanzar a acariciar su mano.. y finalmente, pasó de largo.

(Serie 3. Relato 5)

domingo, mayo 08, 2011

Huellas de gato.



Totalmente. No sé por qué me sigues preguntando, la respuesta es la misma: totalmente muerta. Dicen por ahí que estaba sola en casa, parece que leyó un correo de esos de “esto es una cadena” y lo borró. En ese mismo momento el gato maulló y se oyó el ruido de cristales rotos. La luz se apagó. Parece que resbaló mientras trataba de llegar a la caja de fusibles. Y así la encontraron, tumbada en un charco en el suelo con su espectacular quimono ensangrentado con huellas de gato y su enorme gato persa gris sobre su tripa ronroneando.

(Serie 3. Relato 4)