lunes, junio 06, 2011

Mejor lo dejamos






"Este gordo ocupa mucho lugar. Mejor lo dejamos y lo recogemos en otro momento. ¿Te parece bien así, hijo?". El niño miraba con desasosiego. Todos sus muñecos, todas sus pertenencias de sus cinco escasos años de vida se encontraban en esas bolsas y tenía que dejar una sin tan siquiera mirar qué quedaba dentro..

(Serie 4: Relato 3)

miércoles, junio 01, 2011

Secreto de belleza



Este gordo ocupa mucho lugar, en mi vida. Él es mi vida. Con él he descubierto el ser feliz sin condiciones, sin justificaciones, sin liposucción, sin cavitación, vendas frías, sin regímenes, cremas reductoras, pastillas o ejercicios de cardio, bulimias o anorexias. Mi gordo y yo somos felices. Y el resto, que se vaya con su “silfídico” mundo directo al infierno.

Nosotros tenemos nuestro propio secreto de belleza: la felicidad de poder disfrutar de los dividendos de los diversos centros de belleza que tenemos repartidos por el mundo entero.

(Serie 4: Relato 2)

lunes, mayo 23, 2011

Normas de la compañía


“Este gordo ocupa mucho lugar. ¡Hay que joderse!. Deberían pagar más si ocupan más espacio y si hasta consumen más oxígeno!, ¡¡¡pero si hoy en día cobran hasta por las maletas!!! ¡¡o por pagar con tarjeta!!..claro que, entonces debieran cobrarnos menos a los delgados, a los que no llegamos a nuestro peso ideal, y cobrar menos en las peluquerías si llevas el pelo corto, devolverte el dinero si no llegas a tu “consumo mínimo” de móvil...Joder... definitivamente me he vuelto un gilipollas..qué vergüenza!, soy un cabronazo!.. Será por la desesperación de llevar dos horas detrás de él en la cola esperando a que nos atiendan..y por fin le toca!!. Vaya, se para de nuevo...¿ahora qué?"- pensaba mientras escuchó cómo le decían al individuo de delante..

 - Sr., lo siento, debe pagar un extra por un asiento más grande... ya sabe, si por mi fuera... - añadió la azafata de tierra con una espectacular sonrisa-  pero son normas de la compañía.

(Serie 4: Relato 1)

Serie 4: "Este gordo ocupa mucho lugar"



He aquí la peculiar frase que dará comienzo a la nueva serie de microrrelatos...

"Este gordo ocupa mucho lugar"

lunes, mayo 16, 2011

Decisión cobarde




"Totalmente. Estoy convencido. No miraré atrás, ya lo decidí en su día y ahora no voy a echarme atrás. No, no puedo. Decidí optar por otra cosa, por un amor duradero. Tal vez fue deshonesto, no sé si para mí o para ellas. No tenía futuro con ella, no sé si alguna vez lo entendió. Tampoco lo hablamos. Era tan.. pasional... Y a mi mujer no es que no la quisiera, sencillamente la elegí por su amor calmado. No, no me arrepiento. Puede que no fuera del todo sincero. Pero fuera como fuese esa fue mi decisión". La miró de soslayo. "No sé a quién engaño, pienso en ella cada día, desde el último en que nos vimos...". Cerrando los ojos y los puños con fuerza, apresuró el paso mientras pasaba por su lado tratando de controlar el no respirar su perfume, no alcanzar a acariciar su mano.. y finalmente, pasó de largo.

(Serie 3. Relato 5)

domingo, mayo 08, 2011

Huellas de gato.



Totalmente. No sé por qué me sigues preguntando, la respuesta es la misma: totalmente muerta. Dicen por ahí que estaba sola en casa, parece que leyó un correo de esos de “esto es una cadena” y lo borró. En ese mismo momento el gato maulló y se oyó el ruido de cristales rotos. La luz se apagó. Parece que resbaló mientras trataba de llegar a la caja de fusibles. Y así la encontraron, tumbada en un charco en el suelo con su espectacular quimono ensangrentado con huellas de gato y su enorme gato persa gris sobre su tripa ronroneando.

(Serie 3. Relato 4)

lunes, abril 25, 2011

El coleccionista.




“Totalmente.”. “Estas fueron sus últimas palabras: totalmente acabada. Años buscando, indagando, negociando. Años sin otro fin en la vida que localizar todas las piezas de la colección. Tantos años atesorando. Años sin atender a razones, sin atender casa, familia, ni trabajo. Años de vida desperdiciados en esos estúpidos retablos. Y ahora, muerto, yo, su nieto, no tengo más remedio que ponerlo todo a la venta para tener con qué enterrarlo. El de madera de cerezo estará bien. Esto aún puedo pagarlo”.

(Serie 3: Relato 3)

jueves, abril 14, 2011

El escondite


Totalmente. En silencio. Ya no se oye a nadie. Desde el escondite dentro del armario, asoma la vista a través de una minúscula rendija. No hay luz. Espera unos segundos mientras el corazón vuelve a retomar su normal frecuencia cardíaca. Por fin se han ido y no les han encontrado. Siempre había utilizado este escondrijo para huir de los ataques de su hermano...ahora de aquellos uniformes grises.

" ¡¡Dios mío!!, ¿¡¡ el bebé!!??". Había tenido que taparle el llanto con la mano.."¡Dios!, ¡¡no!!, ¡por favor!", suplicó hacia sus adentros. A tientas pudo acertar a palpar su pecho con la mano y darse cuenta de que todavía, aún en la oscuridad, la niña llamada República, seguía respirando.

(Serie 3. Relato 2)

jueves, abril 07, 2011

Amor en quilates





Totalmente. Pulido, perfecto. Aristas máculas. Talle limpio. Corte preciso. Engastado excelso. El diamante perfecto, será para siempre, el oro no tanto. Veintidós quilates, oro italiano brillante, dorado, pero como el amor, cuantos más quilates posea una pieza, su existencia será más breve puesto que antes se irá gastando. Contra la creencia popular, resulta ser un material muy blando. Se lo entrega al ilusionado novio y le ofrece sus mejores deseos. Y por si no lo sabe, le advierte que de tanto en tanto, habrá de pulirlo y rodiarlo. Y que siempre, habrán de cuidarlo.

(Serie 3. Relato 1)

Serie 3: "Totalmente".




En esta ocasión, la frase de entrada se reduce a adverbio:

"Totalmente"

viernes, abril 01, 2011

El sabor de la venganza




“Con este amargor tan extraño”.- Pensó- “¿venganza?”- miró el café- “Ni servida en frío se le quita este sabor amargo”. -Dejó con hastío la taza y periódico del día a un lado. -“No es divertido saber que he ganado si son tan fáciles de corromper, tan débiles, tan...¡bah!, ni siquiera me apetece planear algo malvado hoy”.

“¡¡¡¡Eva!!!!!, ¡¡¡¿¿llevas conmigo una eternidad y aún no sabes cómo me gusta el café???!!!”- Rugió-. ¡¡¡Me voy al bar de arriba!!!”. Batió sus negras alas y salió volando. Y el polvo de azufre de sus alas cayó al vaso.

(Serie 2. Relato 2)

domingo, marzo 27, 2011

Víctima y verdugo



“Con este amargor tan extraño, e incluso como oxidado...dicen que sabe dulce... pero.. no. Definitivamente es amarga”. Con el el puño de la manga retiró la sangre de la comisura de su boca y se quedó absorta, mirándola. “Y roja, es totalmente roja. ¿Será mía o suya?. Bueno, que lo hubiera pensado, ya le advertí que no me volviera a levantar la mano”. Sonó la sirena de la ambulancia y una voz a través de la puerta preguntó: “¡¡Señora!!!, ¡¡¿está bien?!!, ¡¡¡su marido nos ha llamado!!!”. Ella, soltó la sartén e hizo el cadáver a un lado.

(Serie 2. Relato 1)

Serie 2: "Con este amargor tan extraño"



Este es el título de la nueva serie y por ello con esta frase abriré los nuevos microrrelatos:


"Con este amargor tan extraño"

viernes, marzo 18, 2011

El sargento


- ¿Por qué me mira así?, ¡¡aquí no hay cobardes!! Si quiere puede irse eso sí...¡¡muerto!!..¡de vergüenza!! ¡¡y váyase olvidando de los honores de ser un miembro de éste nuestro ejército.

...¡¡¡¿Que por qué me mira así le digo?!!!, quítese esa cara de idiota, coja su hombría y póngase junto a la diana al lado de sus compañeros. ¡¡¡Obedezca a su sargento tal y como manda el reglamento!! Ya verá cómo aún asomando la cabeza entre mis piernas mi tiro es certero!!.

Arengó el sargento mientras dejaba el casco vacío de cerveza en un montón, junto al resto.

(Serie 1. Relato 3)

viernes, marzo 11, 2011

La culpa



LA CULPA

 


- “¿Por qué me mira así?”, le espetó. “¿Cómo pretendía que le viese?. El coche es un automático nuevo, confundí la marcha atrás con el freno, o no sé... Mire, llego tarde y no tengo tiempo para trámites. Si quiere, le puedo dar dinero. Pero, ¡¿por qué me mira así?!, ¡¡usted ha visto que el viejo estaba en la puerta del párking!!.. ¡¡No podía haberle visto!!..."

- "Me va a disculpar, pero empiezo a pensar que se dirige a mí. Yo sólo estoy esperando a que pasen a buscarme y yo no le miro, básicamente, porque soy ciego."

 
(Serie 1. Relato 2)

sábado, marzo 05, 2011

El reflejo




EL REFLEJO

- “¿Por qué me mira así? No hace tanto que andábamos por los bares. Yo no le he dicho nada sobre sus chorradas de criajo. Yo pensaba entonces en triunfar, en “ser alguien”, ahora no es que haya dejado atrás mis convicciones. Simplemente he evolucionado. Simplemente ya no confundo “mediocridad”con “normalidad”.


Puede que mis convicciones hayan evolucionado en el tiempo, pero ¿y tú? ¿es que acaso no querías una casa, un coche y un perro?, pues ¡¡¡no te atrevas a mirarme así nunca más!!”.

Dijo mientras con un portazo dejaba atrás la imagen del maldito espejo.

(Serie 1. Relato 1)

viernes, marzo 04, 2011

Serie 1: "¿Por qué me mira así?"

A partir de hoy iré publicando una serie de relatos, microrrelatos para ser más precisos. Cada serie comenzará por la misma frase, que habrá sido elegida en otro medio. Como no viene al caso explicar mucho más, sólo indicar que la primera serie se titula:


"¿Por qué me mira así?"


jueves, marzo 03, 2011

Sobre el amor



Supongo que ante la evidente falta de inteligencia del ser humano, que es la que nos debiera de diferenciar del animal, es la afortunada existencia de "esa gripe" la que nos diferencia de ser una simple plaga de langosta que está acabando con el planeta. En concreto creo que es exactamente eso, la cura, la vacuna ante esa maldita pandemia de indiferencia y las dudas se me antojan ser ni más ni menos que tristes recaídas socialmente impuestas.

¿Creen que les han convencido de que el amor existe?¿no será más bien al contrario? Parece que  alguien en las grandes esferas haya propagado la idea de que no hemos de sentir amor porque no interesa. Es importante seguir adelante y no mirar ni preocuparse, no tener que atarse y así conseguiremos que la inexorable máquina social avance.

¡Pues paren que me apeo!.

Sí creo que existe amor y sí creo que debemos de pararnos a encontrarlo. No me refiero a una búsqueda desesperada, sino a prestar atención por si lo vemos, como quien mira por dónde va pisando cuando camina, sólo por si acaso encuentra una moneda o sencillamente, por no pisar algo indeseado.

Aún así, yo también creo que saber quién es el amor de la vida de cada cual tiene dos posibilidades A algunos sólo se les permitirá reconocerlo una vez que haya pasado el tiempo y pueda echar la vista atrás.

Otros afortunados podrán reconocerlo sencillamente echando la vista a la persona que tengan al costado, porque sabrán desde siempre que lo han tenido a su lado, pero para ello hay que tener cierto valor, aplomo y entereza, para reconocerlo, quererlo, corresponderlo y cuidarlo. Ni que decir tiene que estas cualidades no las tiene cualquiera. Y... sólo añadir, que por ese mismo motivo, no es a "cualquiera" a quien tengo a mi lado.




lunes, febrero 28, 2011

Excepcional normalidad




Pareciese que hoy en día todo el mundo debe ser especial. Incluso el más mediocre huye de la normalidad como de la peste. Revindico el carácter normal, no el egocéntrico, el altruista, ni el carácter fuerte e impositivo, ni el gansón, pánfilo, borreguil, ni el que lo es todo junto. Revindico las mentes normales, la existencia de las mismas parece que ofende a la población, parece que sólo se perdona que se sea excepcional, de palabra, obra u omisión...”oh!, qué mente tan brillante”, “podía recordar todo aquello que había visto”, “era un expert@ hacker, nadador, pintor, escritor....”, “nació con el talento innato de ..”... ¿conoce alguien a este tipo de gente?¿es por ello que la gente “normal”debe vivir en la oscuridad?, ¿o tal vez sea mejor erigirse en nombre de la vulgaridad y la ignorancia, la soberbia infame del inepto y tratar de hacerse un hueco entre los grandes, siendo el más ínfimo de los pequeños?.



Por ello, revindico todo lo normal, que además se vuelve excepcional, gracias a todos los verdaderamente mediocres que intentan huir haciendo creer a los demás que son especiales.

miércoles, febrero 16, 2011

Por la fila de la izquierda, si no le importa


-"Pase por aquella fila de la izquierda, si no le importa".

-"¿Cómo es posible semejante imprecisión!!?, ¿por aquella fila de la izquierda?¿qué izquierda, su izquierda o la mía??. En realidad ni siquiera sé por qué me sorprendo si hace ya años me dijo mi madre que lo impreciso e inconcreto era lo que tenía futuro.. que mi pensamiento analítico no me llevaría a ningún lado...

 

- "Dedícate a ir al gimnasio"- me decía- " ya sabes, fortaleces los músculos y vas en busca de alguna chica con dinero que se muera por tus huesos... porque... ¿a quién le importa la física, la química o qué afecta a las leyes del Universo?. No nos interesa más que disfrutar de sus resultados: tener coches caros, móviles de última tecnología, pero nos importa un bledo quién los haya inventado!!. Estudiar es de perdedores y pringados!!".

 

Y cierto es, porque dentro de su pequeño mundo de incultura tenía toda la razón, y aquí me encuentro , en cualquiera que sea la fila de la izquierda, buscando trabajo...



jueves, febrero 03, 2011

La pell freda



"Mai no som infinitament lluny d´aquells qui odiem. Per la mateixa raó, doncs, podríem creure que mai no serem absolutament a prop d´aquells qui estimem. Quan em vaig embarcar ja coneixia aquest principi atroç."

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"Nunca estamos infinitamente lejos de aquellos quienes odiamos. Por la misma razón, pues, podríamos creer que nunca estaremos absolutamente cerca de aquellos quienes amamos. Cuando me embarqué ya conocía este principio atroz."

martes, enero 25, 2011

AMOR




AMOR
(Hermann Hesse)

De entre todos mis conocidos, es sin duda mi amigo Thomas Höpfner el que más experiencia posee en el amor. Por lo menos ha tenido muchas aventuras, conoce el arte de la seducción detanto practicarlo y puede jactarse de sus múltiples conquistas. Cuando me habla de ellas, tengo la sensación de no ser más que un chiquillo. Sin embargo, de vez en cuando, me da por pensar que de la verdadera esencia del amor entiende él tan poco como un servidor. No creo que a lo largo de su vida se haya pasado muchas noches en vela o llorando por una mujer. En cualquier caso, raramente ha tenido necesidad de ello y lo celebro por él ya que, a pesar de su éxito, no es un hombre feliz. Antes bien constato que no es raro que se adueñe de él una cierta melancolía, y de su conducta en general se desprende un algo de resignada calma y contención que nada tiene que ver con la complacencia.

Ahora bien, todo esto son elucubraciones y quizá espejismos. La psicología sirve para escribir libros, pero no para ahondar en la personalidad de los hombres; y además, no soy psicólogo. Sea como fuere, a mi juicio, mi amigo Thomas es solo un experto en el juego amoroso porque carece de aquello que le permitiría acceder al amor, donde ya no cabe hablar de juego. En consecuencia es una persona melancólica porque reconoce su deficiencia y la lamenta. En fin, meras elucubraciones, espejismos, quizá.

Me llamo la atención, lo que me contó no hace mucho de la señora Förster a pesar de no tratarse de una verdadera experiencia ni siquiera de una aventura, sino simplemente de un sentimiento, de una anécdota lírica. Coincidí con Höpfner cuando se disponía justamente a abandonar La Estrella Azul, y le persuadí de que tomásemos juntos una botella de vino. Para que fuera él quien me invitase a una bebida de mas calidad, encargué una botella de vino de Mosela corriente, que yo tampoco suelo beber.

Mi amigo, enojado, requirió al camarero:
— Espere, ¡vino de Mosela, no!
E hizo que nos sirvieran uno de buena marca. A mí me pareció bien y, bajo los efectos del buen vino, pronto nos pusimos a charlar. Con tiento, saqué a colación el tema de la señora Förster. Era una hermosa mujer de poco mas de treinta años, que no hacia mucho que vivía en la ciudad y de quien se decía que había tenido numerosos romances.
Su marido era una nulidad, y recientemente me había enterado de que mi amigo frecuentaba su casa.
— Pues hablemos de la señora Förster – dijo él finalmente, dándose por vencido – puesto que tanto te interesa. ¿Qué decir? No ha pasado nada entre nosotros.
— ¿Nada de nada?
— De lo que la gente supone, no. Nada de lo que pueda realmente decir algo. Tendría que ser poeta. Me eché a reír.
— No sueles tener a los poetas en mucha estima.
— ¿Por qué debería tenérsela? Los poetas son en su mayor parte gente a quien nada acontece. Te puedo asegurar que en mi vida han sucedido ya miles de cosas dignas de ser escritas. En cada una de estas ocasiones, me he preguntado por qué no había poeta alguno que experimentase algo parecido y pudiera inmortalizarlo. En vosotros es más el ruido que las nueces; una bagatela cualquiera cosa os basta para elaborar un cuento entero.
— ¿Y lo de la señora Förster? ¿Es también un cuento?
— No, es un boceto, un poema. Un sentimiento, ya ves.
— Bueno, pues te escucho.
— Pues me parecía una mujer interesante, Lo que la gente decía, ya sabes. A tenor de lo que podía juzgar desde lejos, debía de haber vivido lo suyo. Me daba la impresión de que había conocido y amado a hombres de toda condición sin haber aguantado a ninguno de ellos por mucho tiempo. Además, era hermosa.
— ¿Qué entiendes por hermosa?
— Muy sencillo; no hay en ella nada superfluo, nada que esté de más. Cultiva su cuerpo, lo domina y pone la voluntad a su servicio. Nada en él es indisciplinado, fallido o inerte. No puedo concebir circunstancia alguna en la que ella no haya intentado sacar el máximo partido posible de su belleza. Justamente esto me atraía, pues lo ingenuo, de ordinario, me resulta aburrido. Busco la belleza consciente, las formas educadas, la cultura. Pero ¡dejemos estar la teoría!
— Sí, mejor.
— Así que me di a conocer y le hice algunas visitas. En aquel momento era fácil advertir que no tenía amante. El marido, por su parte, no es más que un títere. Empecé a abordarla: le lanzaba alguna que otra mirada en la mesa, le susurraba una dulce palabra al entrechocar nuestras copas en un brindis, le daba un prolongado beso en la mano. Ella lo aceptaba aguardando lo que vendría a continuación. Así que le hice una visita en un momento en el que sabía que estaría sola; y me recibió.

»Cuando me senté frente a frente, enseguida me di cuenta de que allí no valían las estrategias. De modo que me lo jugué todo a una carta y le dije simplemente que estaba enamorado de ella y que me tenía a su disposición. Después entablamos poco más o menos la conversación que sigue:
»- Hablemos de algo más interesante.
»- No hay nada que pueda interesarme más que usted, señora. He venido para decirle esto. Si la aburro, me voy.
»- Vamos al grano, ¿qué quiere de mí?
»- ¡Amor, señora!
»- ¡Amor! Apenas lo conozco y no le amo.
»- Ya verá que no se trata de una broma. Le ofrezco todo mi ser y todo mi potencial, y soy capaz de mucho si ha de redundar en su bien.
»- Sí, esto dicen todos. En su declaración de amor no hay nada nuevo. ¿Cómo pretende usted encender mi fervor? Si de verdad me hubiera usted amado, ya hace tiempo que habría hecho algo.
»- ¿Qué, por ejemplo?
»- Eso debe saberlo usted mismo. Habría podido ayunar durante ocho días o matarse de un tiro o, cuando menos, escribir poesía.
»- No soy poeta.
»- ¿Por qué no? Quien ama de la única forma que cabría amar se transforma en poeta o en héroe para obtener una sonrisa, una señal, una palabra de la persona amada. Aunque sus poemas no fueran buenos, tendrían sin embargo pasión y estarían llenos de amor.
»- Tiene razón, señora. No soy poeta ni héroe, y tampoco estoy dispuesto a dar mi vida. Si lo hiciera, sería por el dolor que me causa no alcanzar la intensidad y el arrobo que usted reclama del amor. Pero en cambio tengo otra cosa; mi única pequeña ventaja por encima de su amante ideal: la entiendo.
»- ¿Qué es lo que entiende?
»- Que siente nostalgia, como yo. No desea un amante, sino amar; amar total y perdidamente. Y no lo consigue.
»- ¿Eso cree?
»- Sí. Busca el amor, como yo. ¿No es así?
»- Puede.
»- Esta es la razón por la que no me necesita y, ya que así es, dejaré de molestarla. Pero a lo mejor, antes de que me vaya, me podrá decir si tan siquiera una vez ha hallado usted el verdadero amor.
»- Una vez, quizá. Ya que hemos llegado hasta aquí, se lo puedo confesar. Sucedió hace tres años. Entonces tuve por vez primera el sentimiento de ser verdaderamente amada.
»- ¿Puedo saber mas?
»- Si quiere... En una ocasión, vino un hombre, nos conocimos y se enamoro de mí. Al saber que yo estaba casada, no se me insinúo. Y al percatarse de que no me llevaba bien con mi marido y tenia un amante, me propuso disolver mi matrimonio. No fue posible, y a partir de entonces se ocupo de mí, nos protegió, me
aconsejó y se convirtió en mi mejor apoyo y amigo. Y cuando, por causa suya, abandoné finalmente al amante para aceptarlo a él, me rechazó y no volvió nunca más. Este es el único hombre que no ha amado; no ha habido nadie más.
»- Entiendo.
»-¿Ahora se va usted, no? Quizá hemos hablado ya demasiado.
»- Le digo adiós, sí, y es mejor que no vuelva.

Mi amigo calló; al cabo de un rato llamó al camarero, pagó y se fue. Y por este relato, entre otros, deduje que no era capaz de amar de todo corazón. Hasta él mismo lo había reconocido. Sin embargo, es justamente en las ocasiones en las que un hombre habla de sus defectos cuando menos crédito hay que dar a sus palabras. Muchas personas están la mar de satisfechas de cómo son simplemente porque se exigen poco a sí mismas. Éste no es el caso de mi amigo y también es posible que precisamente el ideal de lograr el amor verdadero lo haya convertido en lo que es. También puede ser que mi amigo, que tiene mucho de listo, se haya burlado de mí y aquella conversación con la señora Förster no fuera más que una invención. Porque hay en él, por más que se resista a admitirlo, un poeta encubierto.

En fin, meras elucubraciones; espejismos, quizá.