martes, febrero 11, 2014

Searching for Sugar Man o Sixto Rodríguez






Historias increíbles

-        - ¿Te gusta la canción que he puesto?
-       -  Sí, me recuerda un poco a Bob Dylan, ¿no?
-       -  Bueno, era de la época de Bob Dylan, pero no lo conocía nadie... dicen que murió inmolado en un escenario.. no se sabe muy bien cómo fue la historia...

Y así es como me enteré de la existencia de Sixto Rodríguez (Jesús Sixto Díaz Rodríguez). Y así es cómo vi el documental sobre su estrambótica historia, "Searching for Sugar Man", de la que hago un breve resumen, pero ya les advierto, lo haga como  lo haga, la historia les va a parecer muy muy extraña, pero,  y discúlpenme por utilizar una expresión tan manida, tengo que decirlo, muchas veces “la realidad supera a la ficción”.



Primera historia: triste historia de un músico.

Sixto Rodríguez, en un cantautor que grabó un par de discos en los principios de los años setenta. Estos dos álbumes los firmó con una compañía discográfica llamada Sussex. Por un lado, aunque de forma incomprensible una vez se escuchan, ninguno de los dos discos tuvo una gran acogida y por otro, la compañía acabó por cerrar poco tiempo después. Hasta aquí la historia normal, lamentablemente como la de montones de artistas en esta época y como tantas compañías que corrieron la misma suerte.



Segunda historia: exitosa historia de un disco.

Cuenta la leyenda que llegó a tierras de Sudáfrica una muchacha americana. Dicen que llevaba un disco con ella. Dicen que ese disco se extendió como la pólvora por aquellas lejanas tierras. Aseguran que el disco forma parte de la historia de Sudáfrica y de la lucha cotra el apartheid. Relatan que fue fuente de inspiración para una generación entera de Afrikaans.



Tercera historia: “Cold Fact”.

Un hombre encuentra un mensaje como lanzado en una botella en su disco favorito para cualquier investigador musical que quiera averiguar algo sobre el artista. El mensaje llega. El investigador musical se pone manos a la obra: saber quién era ese hombre que marcó a una generación y del que nadie sabe nada, excepto que se levantó la tapa de los sesos en medio de un concierto.


Cuarta historia: Eva.

Detroit. La hija de un humildísimo obrero de la construcción encuentra un anuncio en internet. Parece una broma de mal gusto. Ve la cara de un hombre en un tetrabrick y el título de la pagina es un llamamiento pidiendo ayuda para localizarlo. La foto es de hace más de 20 años, pero le reconce sin duda alguna. Le reconocería en cualquier lado. Eva escribe un mail al contacto de la página, claro que sabe quién es y dónde está. Es su padre.


Quinta historia: Sixto y Sudáfrica.


El disco y su creador unen por fin la línea de su historia. Sixto descubre que es un icono musical para un continente entero. Sudáfrica le espera ansiosa, con los brazos abiertos. Como una amante que tuvo un affair que mantuvo en su cabeza viviendo de un sueño, esperando algún día poder conocerlo. Para Sixto han pasado muchos años, más de una veintena, pero se entrega con la humildad de una mano experta. Está vivo, siempre le han mantenido vivo.


Sexta historia: dinero.

¿Pero dónde está el dinero?


jueves, febrero 06, 2014

Tu perfecto desorden

Hoy me han enviado esto, como me ha parecido bonito, aquí lo dejo:



TU PERFECTO DESORDEN
(Escrito por Pedro Simón)


"Te tropiezas con un balón de espuma y encuentras un muñeco bajo el sofá. Giras el grifo del lavabo y descubres que anida un pato de goma. Abres la sandwichera y ahí están, achicharrados, tres cromos del Osasuna.

A veces maldigo este caos de casa tumultuosa con niños. Pero sé que algún día maldeciré todo el orden a solas que vendrá después.

Vuestros libros ordenados, pero sin ser abiertos. Vuestras camas hechas, pero frías. Los platos pulcramente recogidos en la alacena, pero sin nadie con quien comer.

Tener hijos y salir a la calle es como llegar a la ceremonia de los Oscar de sobrado con dos estatuillas bajo el brazo, una hora antes de que empiece la entrega de premios: sabes que te los has ganado seguro.

Tener hijos es pisar la acera a las ocho y media con toda la gimnasia hecha: los abdominales del estrés, las flexiones del 'no se puede', el pilates del 'haz lo que debes', el yoga del 'aprovecha el tiempo', los lumbares de la desobediencia y de la sinrazón. En tan solo media hora, mientras te aseas. Así que cuando sales al mundo adulto ya no te acojona nada y todo te preocupa lo justo.

Para convención popular, la que montas un domingo lluvioso en casa con los amigos de tus hijos.

Para dimisión irrevocable, la que te presentan cada día que les pones verduras.

Para exclusiva, la de que el pequeño tiene otra novia y no hace declaraciones.

Para 'share', la audiencia que os da mamá durante le cena, siempre con un cuento delante.

Para traición, la mía, que nunca estoy; la vuestra, que habéis preferido la Play a las chapas.

Para problemas laborales, los que me da esa ortografía en huelga y sin servicios mínimos.

Para inflación, la de los besos de Martín, que cada vez los vende más caros.

Para crisis, la que acontece cuando se acaba el verano.

Me lo enseñó una tarde mi abuela, que lo llevaba escrito en un marcapáginas y leía una novela de Capote, eso de que los legados más importantes que los padres y las madres pueden dejarles a sus hijos son dos: uno son las raíces; el otro, las alas.

Algún día regresaré a casa tarde a causa del trabajo (o de la falta del mismo). Abriré la puerta del salón y todo estará en orden. Será que habéis volado, vaya. Entonces echaré en falta la felicidad que era este perfecto desorden"

miércoles, febrero 05, 2014

Blaumut

Nada, que me ha dado por la "tontuna musical" y he decidido compartir una canción, titulada "Pa amb oli i sal", buen rollo. El grupo, "Blaumut". El disco, "El turista". Admitamos que la las letras no es que sean para charlas filosóficas, pero tampoco hace falta que todas sean llamadas a la moral, ética, valores... a veces apetece eso, buen rollo, tranquilo y elegante, sin más.






PA AM OLI I SAL

Fes una foto del terrat,
que des d’aquí puc veure Mart.
La roba estesa, el meu agost,
un camp d’espigues i cargols.
Esperarem que passi el fred,
i sota l’arbre parlarem de tot.
Un bioritme elemental,
un mar d’antenes i animals.
Els astronautes volen baix,
els núvols passen com qui no diu res.
Amb les butxaques a les mans,
caminarem els passos d’altres peus.
Esmorzarem pa amb oli i sal,
ho vestirem amb unes copes de vi.
Deixant de banda la ciutat,
la tarda és llarga i potser més, molt més, la nit.
Un altre lloc, un altre temps,
on parlarem amb altres déus.
El meu secret subtitulat,
camins d’arròs, camins de blat.
Esperarem que baixi el sol,
i sota l’arbre parlarem del temps.
Un bioritme elemental,
un tros de vida artificial.
Els astronautes volen baix,
els núvols passen com qui no diu res.
Amb les butxaques a les mans,
caminarem els passos d’altres peus.
Esmorzarem pa amb oli i sal,
ho vestirem amb unes copes de vi.
Deixant de banda la ciutat,
la tarda és llarga i potser més, molt més, la nit.