Queridos todos,
Borradores se amontonan.
Actualidad, historia, curiosidades y narraciones se apilan en la recámara de mi memoria.
He de poner orden en la trastienda de mi humilde espacio en el que empieza a imperar el caos.
No es una despedida porque no creo en los “adioses” ya que nadie sabe a dónde nos dirigirá nuestro destino, ni es un hasta luego porque aquí sigo. Dejémoslo en un “cerrado por reforma”.
Mientras organizo mis palabras, les dejo una compilación sobre una bella historia, de una fiesta china que se aproxima. La Fiesta de la Luna o de mediados de Otoño que se celebra el decimoquinto día del octavo mes lunar.
En esta fiesta se tiene la costumbre de comer “la torta de la luna” de forma circular, simbolizan la unidad de la familia y la estrechez de sus lazos y tiene varias leyendas ligadas al respecto, la más conocida es la siguiente:
Los gobernantes de la dinastía Yuan, para asegurar su dominio, imponían la orden de que cada diez familias usaran un solo cuchillo en su vida cotidiana, así la gente no tenía armas de metal por lo que si querían sublevarse les resultaba muy difícil. Además, estos mongoles, a quienes llamaban Dazi, perpetraban toda clase de maldades. Los habitantes, hartos ya de tantas injusticias, decidieron sublevarse; para ello, los organizadores concibieron la idea de promover a los vecinos a regalarse mutuamente tortas de luna en vísperas de la fiesta de otoño. Dentro de las tortas se ponía una pequeña octavilla con las siguientes palabras: actuemos en conjunto el 15 del octavo mes para matar a los Dazi y acabar con la dinastía Yuan. Esta fue la forma como los insurrectos citaron a los vecinos el levantamiento que se proponían. Después, esta práctica de obsequiar tortas entre el pueblo en vísperas de la fiesta se ha mantenido como una costumbre. También se comen pomelos ya que en chino, la palabra para pomelo es “yu”, homófono de la palabra “protección”, “yu”, con lo que se expresa la esperanza de que el dios de la luna nos proteja. Como la torta lunar es redonda, representa la reunión familiar, además de la felicidad y satisfacción completa.
En esta noche la luna aparece en todo su esplendor y la familia entera se reúne para contemplarla mientras degusta la torta lunar. Si algún familiar está disperso por alguno de los cuatro rincones del país, los demás suelen recordarlo evocando los versos del poeta Su Shi (1037-1101) que se leen así: Ojalá mi ser querido sano y salvo, en este momento comparta conmigo la luna, aunque nos separa una distancia de mil li.
Esta historia traducida en leyenda, dice que en la luna vive una dama, que era esposa de Hou Yi, un personaje mitológico que derribó con sus flechas nueve de los diez soles que dañaban los cultivos. La reina de la corte celestial le dio un remedio capaz de hacerlo inmortal como recompensa; pero la dama, conocida con el nombre de Change, lo probó a espaldas de Úl, y como consecuencia, despegó de la Tierra volando hasta la luna y se quedó allí para siempre. Según la leyenda, la dama pasó a ser dueña del Alcázar de la Luna donde hay un conejo de color de jade que la acompaña y machaca materias medicinales todos los días. Además del animal se veía un árbol que se llama osmanto que mide 1500 metros de alto. Debajo de este árbol, Wu Gang, otro personaje mitológico, no cesa de cortar leña, trabajo impuesto como castigo por los pecados que cometió en el pasado.
Los chinos creen que rezar a la luna es una forma de obtener protección unión en la familia y buena suerte.
Enlaces con esta información:
http://www.china.org.cn/spanish/96373.htm
http://www.hung-gar.com.ar/festividades.htm
http://www.redmarcial.com.ar/cchina/fiestas/fiestas.htm
http://mayte.ainet.org/taiwan4.htm
Pero la historia que me ha contado a mí, una buena amiga de Taiwán, a grandes rasgos, ha sido esta:
Hubo una vez un chico muy pobre que vivía en el campo. Un día se encontró a la hija de Dios que había bajado del cielo. Nada más verla se enamoró de ella. Como no quería que se marchase, decidió robar su ropa y ella desnuda, no podía volver a su casa del cielo y permaneció en el campo, donde se enamoró del chico.
Pasaron los años viviendo juntos y felices. Pero el papá de la chica se enteró de lo ocurrido y muy enojado, obligó a su hija a volver con él al cielo. La pareja lloró desconsolada durante días, pero esto no puedo hacer que su padre cambie la decisión tomada.
El amor de la pareja era tal que las hermanas de ella y hasta los pájaros y todos los seres interceden ante el Dios para que les permita estar juntos. Por fin su padre les concede la posibilidad de estar juntos una vez al año y cada vez que se ven, aparece esta magnífica luna.
Borradores se amontonan.
Actualidad, historia, curiosidades y narraciones se apilan en la recámara de mi memoria.
He de poner orden en la trastienda de mi humilde espacio en el que empieza a imperar el caos.
No es una despedida porque no creo en los “adioses” ya que nadie sabe a dónde nos dirigirá nuestro destino, ni es un hasta luego porque aquí sigo. Dejémoslo en un “cerrado por reforma”.
Mientras organizo mis palabras, les dejo una compilación sobre una bella historia, de una fiesta china que se aproxima. La Fiesta de la Luna o de mediados de Otoño que se celebra el decimoquinto día del octavo mes lunar.
En esta fiesta se tiene la costumbre de comer “la torta de la luna” de forma circular, simbolizan la unidad de la familia y la estrechez de sus lazos y tiene varias leyendas ligadas al respecto, la más conocida es la siguiente:
Los gobernantes de la dinastía Yuan, para asegurar su dominio, imponían la orden de que cada diez familias usaran un solo cuchillo en su vida cotidiana, así la gente no tenía armas de metal por lo que si querían sublevarse les resultaba muy difícil. Además, estos mongoles, a quienes llamaban Dazi, perpetraban toda clase de maldades. Los habitantes, hartos ya de tantas injusticias, decidieron sublevarse; para ello, los organizadores concibieron la idea de promover a los vecinos a regalarse mutuamente tortas de luna en vísperas de la fiesta de otoño. Dentro de las tortas se ponía una pequeña octavilla con las siguientes palabras: actuemos en conjunto el 15 del octavo mes para matar a los Dazi y acabar con la dinastía Yuan. Esta fue la forma como los insurrectos citaron a los vecinos el levantamiento que se proponían. Después, esta práctica de obsequiar tortas entre el pueblo en vísperas de la fiesta se ha mantenido como una costumbre. También se comen pomelos ya que en chino, la palabra para pomelo es “yu”, homófono de la palabra “protección”, “yu”, con lo que se expresa la esperanza de que el dios de la luna nos proteja. Como la torta lunar es redonda, representa la reunión familiar, además de la felicidad y satisfacción completa.
En esta noche la luna aparece en todo su esplendor y la familia entera se reúne para contemplarla mientras degusta la torta lunar. Si algún familiar está disperso por alguno de los cuatro rincones del país, los demás suelen recordarlo evocando los versos del poeta Su Shi (1037-1101) que se leen así: Ojalá mi ser querido sano y salvo, en este momento comparta conmigo la luna, aunque nos separa una distancia de mil li.
Esta historia traducida en leyenda, dice que en la luna vive una dama, que era esposa de Hou Yi, un personaje mitológico que derribó con sus flechas nueve de los diez soles que dañaban los cultivos. La reina de la corte celestial le dio un remedio capaz de hacerlo inmortal como recompensa; pero la dama, conocida con el nombre de Change, lo probó a espaldas de Úl, y como consecuencia, despegó de la Tierra volando hasta la luna y se quedó allí para siempre. Según la leyenda, la dama pasó a ser dueña del Alcázar de la Luna donde hay un conejo de color de jade que la acompaña y machaca materias medicinales todos los días. Además del animal se veía un árbol que se llama osmanto que mide 1500 metros de alto. Debajo de este árbol, Wu Gang, otro personaje mitológico, no cesa de cortar leña, trabajo impuesto como castigo por los pecados que cometió en el pasado.
Los chinos creen que rezar a la luna es una forma de obtener protección unión en la familia y buena suerte.
Enlaces con esta información:
http://www.china.org.cn/spanish/96373.htm
http://www.hung-gar.com.ar/festividades.htm
http://www.redmarcial.com.ar/cchina/fiestas/fiestas.htm
http://mayte.ainet.org/taiwan4.htm
Pero la historia que me ha contado a mí, una buena amiga de Taiwán, a grandes rasgos, ha sido esta:
Hubo una vez un chico muy pobre que vivía en el campo. Un día se encontró a la hija de Dios que había bajado del cielo. Nada más verla se enamoró de ella. Como no quería que se marchase, decidió robar su ropa y ella desnuda, no podía volver a su casa del cielo y permaneció en el campo, donde se enamoró del chico.
Pasaron los años viviendo juntos y felices. Pero el papá de la chica se enteró de lo ocurrido y muy enojado, obligó a su hija a volver con él al cielo. La pareja lloró desconsolada durante días, pero esto no puedo hacer que su padre cambie la decisión tomada.
El amor de la pareja era tal que las hermanas de ella y hasta los pájaros y todos los seres interceden ante el Dios para que les permita estar juntos. Por fin su padre les concede la posibilidad de estar juntos una vez al año y cada vez que se ven, aparece esta magnífica luna.
Por lo que es una fiesta, en la que la familia y el amor, son los imperantes.
Banda sonora para este post:
Fiesta de la Luna Llena
(Quique González)
Ven a la fiesta de la luna llena.
Verás paracaidistas cayendo en picado.
Dentro de un rato sonará la orquesta
arriba en el tejado.
Ven a la fiesta de la luna llena.
Verás malabaristas y pájaros mojados.
Cuando los gatos suban a la antena
arriba en el tejado.
Ten la estrella que cayó para ti envuelta
en unas hojas de bloc.
No tuve otra manera de huir.
Ven, afuera está pasando un avión.
Nosotros no pudimos subir
en medio de un estado de shock.
Ven a la fiesta de la luna llena.
Se abría una autopista en medio del verano.
Un, dos tres, cuatro y sonará la orquesta
de pájaros mojados.
Ten la estrella que cayó para ti
y luego la guardó en un cajón.
No tuve otra manera de huir.
Ven, afuera está pasando un avión.
Nosotros no pudimos subir.
Me siento "like a rolling stone".
Escojan la leyenda que escojan, mi propuesta es que nos reunamos mínimo una vez al mes con la luna llena para saber de nuestras vidas, para rebelarnos a través de estas nuevas octavillas cibernéticas, para estar con los seres amados, para disfrutar de la familia, estrechar lazos o tan sólo los cables de red. Quien no pueda asistir será recordado y quien participe, como único requisito habrá de saber contemplar la luna.
Nos leemos durante los encuentros en nuestra particular Fiesta de la Luna.
8 comentarios:
Ambas son bellas leyendas. Espero que tengamos muchos encuentros en la fiesta de la Luna y, espero también, que tus reformas no duren demasiado.
Faltó contar lo que le pasó al pobre chino que no vió la octavilla dentro de la torta y se la desayunó.
Un maremoto de Besos para que te duren mientras duran las reformas.
Bonitas historias. Me quedo con la segunda.... es preciosa como leyenda.
Espero y deseo que las reformas te sean leves.
Afectuosos saludos.
Me recuerda a mi país, donde tenemos cerrada la calle de "reforma". Bueno, pues que le sea leve el trabajo, tomese su tiempo, aqui estaremos esperando.
Ronroneos a la espectativa...
Suelo venir y leerla, aunque nunca le hice comentarios. Vuelva pronto. Saludos.
Preciosas las historias, me quedo las dos :-).
Aún de reformas?, ya han pasado varias lunas.
Abrazos.
Bueno, de vuelta por aquí después de un tiempo de retiro.
Curioso, estos días he estado en el Montseny y algunas noches, mi primo, aficionado a la astronomia, salía a fuera a ver las estrellas con su telescopio. Yo aprovechaba para escuchar música mirando de mientras las estrellas y la luna...
Hasta pronto!
*Querido Gabi, a mí también me gustaron las dos, cada una de ellas tiene su propio encanto, pero siempre tira más ese lado del corazón...
Le dejo un final libre para ese hombrecillo que usted menciona..jejeje
Reformas de trastienda acabadas.
*Querido Lobo, me alegra que le guste. Le paso a leer en cuanto deje esto limpito. ;)
*Querido Gatopardo, cuán espaciadas sus visitas y cuán agradables en todo caso.
¿Me llevará usted alguna vez a aquella calle?
Las reformas se unieron a un breve período vacional, acabado en ambos casos.
*Querida Nadadora, me sorprende enormemente el saber que hay lectores en la sombra... espero que se anime más a menudo a contemplar la Luna.
Gracias por sus palabras y sus visitas.
*Querid@ Incondicional, como indiqué a mi buen Gatopardo en las anteriores líneas, las reformas de archivos tomaron algún tiempo, que aproveché para ir a visitar distintas playas en algunas ocasiones bajo la luz de la Luna y otras ocasiones, bajo la del Sol.
*Querido Arty, me alegra que su Nave Blanca le haya traído de nuevo para que en esta ocasión, podamos contemplar juntos la Luna.
*¡¡¡¡Oleadas de besos a todos!!!!*
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