miércoles, agosto 02, 2006

El lado oscuro del amor



Pensaba, no, más bien "sentía" qué era eso de "el lado oscuro del amor", esa luz macilenta que no es más que un reflejo de la auténtica fuente de luz, ese lado frío de lo que debiera de ser, de lo que parece, de lo que no es.

Esa cara oscura de la luna cuya luz a veces ilumina, pero nunca calienta.

Y como tantas veces, como en tantas ocasiones, descubro que todo está dicho e incluso filmado y me encuentro con las palabras del personaje de El lado oscuro del corazón:

"Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias. Pero eso sí, y en esto soy irreductible, no les perdono bajo ningún pretexto que no sepan volar, si no saben volar pierden el tiempo conmigo”. Estas palabras son emitidas por Oliverio personaje que responde a las órdenes de su ventrílocuo, el Sr. Benedetti.

¿Es este entonces el lado oscuro del amor? y si éste lo fuese, he de consultarles algo que a mí me han preguntado en repetidas ocasiones y aunque algunos sabrán mi respuesta, la cuestión es si ustedes saben volar...

11 comentarios:

Anónimo dijo...

:) A veces, ya sabes, cuando el cielo está sin esquinas y yo con alas.
Besos.

Unknown dijo...

:):):)

En esas bóvedas celestes.. yo ya comenté en su día que no son únicamente alas lo necesario para volar.

Ahora, las suyas son increíbles. ;).. ¿le llevaron alguna vez al lado oscuro?

Oleadas de besos

Anónimo dijo...

Buena pregunta. Me encanta volar, aunque sea entre sueños.

No es fácil conseguirlo, pero se puede. Es cuestión de ver la fantasía del mundo del amor.

Gracias por tu visita. Creo que seré reincidente.

Unknown dijo...

*Querido Lobo,

Gracias por su visita y sus comentarios. Espero leerle pronto, ¿en su casa o en la mía?. Cualquiera de las dos estará bien. ;)

Saludos!!

Anónimo dijo...

La pelícua es tremendamente buena. No he visto la segunda parte pero dicen por ahí que es también muy buena. El gusto por las mujeres que vuelan ha marcado también mi vida y me ha metido ya en situaciones adversas: para volar hay que ser ligero, mucho más si quieres hacerlo acompañado. Por desgracia me despeñé. Hay otro diálogo en esta película que también se me hace revelador y que por circunstancias de estado civil me hacen sentir identificado, lo publicaré en breve.

Hay una precisión en cuanto al origen del texto que cita, pronto verá algo al respecto.

Unknown dijo...

*Querido felino, mi buen gatopardo que anda de tejado en tejado y en vez de saltar despliega sus alas y aunque no esté convencido de saber volar, puedo garantizar que como mínimo planea.

En un despeñamiento, tal vez perdió una vida, le quedan otras seis para alzar el vuelo.

Estaré encantada de seguir aprendiendo con usted. ;)

Oleadas de besos.

Nidesca dijo...

has citado una de mis películas favoritas.

saber volar...

no con todo el mundo, si no pierde la gracia, creo que cada quien tiene su pareja de vuelo, que la encuentre es otra cosa, mientras tanto seguiremos pegados al suelo o a las sábanas.

abrazos

Sergi Bellver dijo...

Del color de las alas nadie habla, de la pluma o del papel, de si son de albatros, de águila, buitre o gorrión, o de biplano obsoleto, con barón y bufanda roja a los mandos.

Llevo demasiados años volando, demasiado tiempo encontrando cariátides que ni vuelan, a nos er que las tires por el acantilado. Encontrando musas sin alas, es decir, musas artificiales (perpetradas por mi imaginación sedienta). Encontrando de vez en cuando un alma de mujer con unas alas dignas del rey de los cielos, vamos, como las del Ornithocheidos ese que salía en el documental. Menudo par de alas...

Pero yo soy tan imbécil que no soy capaz de perdonar el bigote o unos brazos flotantes.

Demasiado grandes mis alas para conformarme con un corazón terrestre y demasiado imbécil para obviar lo terrenal de un corazón con alas.

Condenado estoy, Marea Blanca, no crees?

Un abrazo enorme (que para eso sí me bastan las alas).

Unknown dijo...

*Querida Nika,

Un placer el de su visita y sus palabras.

Cierto es que no debe uno habituarse a volar con el primero que haga alarde de poder hacerlo, ni con aquel que luzca plumaje de magnífico colorido, ni de aquel que para hacerlo le sea menester el utilizar artilugios o inventos esperpénticos... pero también es cierto que ha de poder recordarse siempre que hay que mantener el vuelo, aunque no siempre el rumbo. ;)

*Querido Sergi, mi querido Albatros,

Lleva años sobrevolando el mar y por ello como bien sabrá, el reflejo del sol sobre su superficie hace que hasta el ave más experimentada crea ver tierra donde sólo hay agua. De las entrañas de los inmensos océanos, continuamente surgen y desaparecen atolones, islas, continentes.

Seres antediluvianos surcaron los aires en los estratos que usted habita y actualmente están extintos. Tal vez los espejismos sean añejos y hayan sobrevido a las especies.

El color de las plumas, no es lo importante. ¿Qué diría entonces ese ratoncillo que decidió un día transformar sus patitas en alas y ahora llaman murciélago?¿qué piensa usted de sus alitas de puro pellejo?

Aunque admitamos que un bigote, pueda cortar ... el mejor de los vientos al más insigne piloto.:):):)

Oleadas de besos.

Nene dijo...

MAS COINCIDENCIAS!!
No se si sabe que soy un coleccionista y admirador del cine sudamericano, pero es que esta de la que habla, entre todas es sin lugar a dudas mi pelicula favorita! De la que hablo a todo el mundo, la que soy capaz de recitar con los ojos cerrados ( incluso el poema en aleman que Mario recita en ese cameo que hace vestido de marinero. ¿ se fijo usted?)
Por supuesto he visto y tengo la segunda parte (cuando quiera se la presto) es mas de lo mismo, con muchos guiños a la primera parte, es casi una repeticion de la primera, ¡Pero es tan buena la primera que no importa!
Le recomiendo un par mas de Eliseo Subiela:
"Un hombre mirando al sudeste"
"No te mueras sin decirme a donde vas"


P.D: ¡Cuanto me gustaria saber volar! ¿Existira el dia en el que al fin pueda desplegar mis alas? Soy pesimista al respecto, mientras tanto tendre que conformarme con la busqueda, y si es posible con una cama como la de Oliverio, ¡Gran cama la de Oliverio!Creo que todos los hombres (no se las mujeres ya que yo no lo soy) hemos soñado con una cama asi alguna vez.

Unknown dijo...

Querido Nene, me costó casi dejarme los cuernos (espero que no fuese una premonición) el encontrar la película... la primera... he grabado la propuesta de préstamo de la segunda y ejerceré el derecho de reclamar semejante ofrecimiento cuando menos se lo espere... sé cómo localizarle...jejejeje