| Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios. Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía. La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas permancen por lo general en su sitio. Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de Fe. Augusto Monterroso. |
5 comentarios:
YO no creo que la fe mueva montañas. Sí que es posible que la fe haga que el hombre mueva montañas.
Besitos montañeros.
*Querido Alf, algo falla: yo no hago más que empujar y empujar con todas mis fuerzas y las dichosas montañas no cejan en su empeño de quedarse quietitas en el mismo sitio.. voy a revisar mi Fe en.. lo que sea.
Oleadas de fehacientes besos. ;)
"Dadme un punto de apoyo y moveré al mundo" Arquímedes
¿Y qué punto de apoyo más efectivo que la fe?
Para mí las montañas no se mueven. La fe es lo que te hace pensar que eres capaz de moverlas, e incluso hacerte creer que, efectivamente, las has movido. Pero, obviamente, las montañas están donde siempre han estado y donde siempre estarán.
P.D.: El viernes dije que te leería...
*Querido Gatopardo, me alegra saber que ronronea en sus silencios.
Un buen punto de apoyo bien podría ser la Fe, pero ni recuerdo dónde la puse, ni recuerdo en qué.
Estudiaré el caso porque tengo un par de colinas que quitar para allanarme un poquito el camino.
*Estimado anónimo, lo de su visita si bien que podría pasar a ser una cuestión de Fe... ¿de veras cree usted que no se mueven?
Gracias por su visita ;)
*Oleadas de besos a ambos.
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