
Si no tienen la gratificante costumbre de ir celebrando los años nuevos de distintas culturas, yo les doy la excusa perfecta con estas elucubraciones que acompañan a mi estado de ánimo: éste es el Año del Perro.
Es el Nuevo Año Lunar Chino o Fiesta de la Primavera, que se celebra en la Segunda Luna Nueva después del Solsticio de Invierno, el por qué de ser la segunda y no la primera todavía no lo he descubierto. Lo que sí sé es que la fiestecilla da comienzo con el “Festival de los Faroles” y termina ¡¡15 días más tarde!!... Quiero decir en defensa del tan criticado espíritu de trabajo español, que si bien los chinos parecen trabajar dando lugar a la frase de turno de “trabajas más que un chino”, también añado que en el tema de las fiestas no se quedan cortos y de hecho, si se apuntan a nuestro Fin de Año, ¿no podríamos nosotros apuntarnos al suyo?.
Lo digo sin acritud alguna, sólo por simple espíritu de intercambio y enriquecimiento cultural, que para preparar la fiesta también hay que hacer una limpieza a fondo de la casa y los hombres han de cortarse el pelo.
Con la idea de mantener su propio calendario, van ya por el año 4.704 y como éste calendario no encaja con las estaciones, añaden un mes cada tres años. Imagínense nacer en ese mes que sólo existe cada tres años; ríanse de los ya comentados bisiestos, una cosa es tener la mala suerte de nacer un día que sólo existe cada 4 años, pero creo que se necesita mucho menos tino en "caer" en el mes de cada tres años, a pesar de los que lo agradecería más de una mujer presumida. En cualquier caso, esto hace que me replantee la consabida y alabada longevidad de la sociedad china.
Tienen además, la idea de distribución del tiempo en ciclos de 60 años, cada ciclo compuesto por doce animales Rata, Buey, Tigre, Liebre, Dragón, Cobra, Caballo, Cabra, Mono, Gallo, Perro y Cerdo, a su vez con cinco elementos básicos (Tierra, Madera, Fuego, Metal y Agua). La forma de nombrar a los años en el calendario chino, dicen que se originó tras una llamada de Buda, a la que acudieron doce animales y con el nombre de cada uno de ellos, siguiendo el orden de llegada, nombró a cada uno de los años.
Bueno, también les informo que parece que no es mi año: soy Serpiente ó Cobra, según la fuente. Por signo, Carnero. Y si por nombre soy Agua, por elemento soy Fuego.
Todo esto era un torpe excusa para desearles un ¡¡Feliz Año Nuevo Lunar!! .. no, no llego tarde, será el próximo Domingo.
Lo dicho, "Xin Nian Kuai Le" (traducción fonética, a ver qué pensaban que les deseo, aunque yo no probaría a decirlo en ningún restaurante de esa nacionalidad, por si acaso) sean de la nacionalidad, animal simbólico, signo zodiacal, número astrológico o elemento que sean.