domingo, marzo 27, 2011

Víctima y verdugo



“Con este amargor tan extraño, e incluso como oxidado...dicen que sabe dulce... pero.. no. Definitivamente es amarga”. Con el el puño de la manga retiró la sangre de la comisura de su boca y se quedó absorta, mirándola. “Y roja, es totalmente roja. ¿Será mía o suya?. Bueno, que lo hubiera pensado, ya le advertí que no me volviera a levantar la mano”. Sonó la sirena de la ambulancia y una voz a través de la puerta preguntó: “¡¡Señora!!!, ¡¡¿está bien?!!, ¡¡¡su marido nos ha llamado!!!”. Ella, soltó la sartén e hizo el cadáver a un lado.

(Serie 2. Relato 1)