
No hace mucho descubrí a Sun Ra, les comento algo de pasada la historia de aquel que da título a este post, les advierto que no descubrirán nada que no puedan encontrar con cualquier buscador.
El personaje en cuestión, autodidacta, aprendió a escribir música a los diez años. Su nombre sufrió un par de mutaciones, desde Sonny Blount, pasando por Sony’r Ra, hasta Sun Ra. Éste último es el que aparecía en su pasaporte y da nombre a la orquesta que fundó.
Este caballero, tocaba el órgano (sin coñas), el piano y el teclado, además de escribir poesías, que incluía en las portadas de sus discos.
En sus actuaciones mezclaron distintas ramas de jazz además de incorporar como innovación elementos audiovisuales (bailarinas y “comefuegos”) e instrumentos electrónicos, llegando incluso a crear su propio sello discográfico, básicamente para hacer lo que les apeteciese, el nombre: Saturn. Esto explica lo difícil que es conseguir algunos de sus discos puesto que los distribuían después de los conciertos. Más tarde grabaron con otras discográficas.
Nota destacable, resulta que es una banda de jazz cuya música está más basada en las enseñanzas filosóficas del propio Sun Ra y creencias de los músicos de la orquesta al respecto.
Entre esas enseñanzas se encontraba el vivir en comuna, visitas a Egipto, apartar a “sus músicos” de las mujeres, las drogas, del alcohol… y lo fundamental, este gurú estaba convencido de proceder de Saturno y permanecer en la tierra con el único propósito de salvar a la humanidad a través de la música.
El caso es que hasta tras sufrir una embolia que le paralizó medio cuerpo, siguió tocando con una sola mano y una vez que falleció, su banda siguió difundiendo su verdaderamente increíble legado musical.
Ya ven, algunas venimos de Marte, otros de Venus y otros pocos de Saturno….