Dicen que la hora de la serpiente es la comprendida entre las 7 y las 9 de la mañana y debe ser cierto porque esa es exactamente la hora en la que más me gusta disfrutar del sol.
Un precioso tiempo, un delicado momento en el que da igual en que entorno, da igual si es a la orilla del mar, en el campo, o sencillamente esperando que se ponga en verde un semáforo, es la hora en que el sol acaricia y no quema. Es la hora de la serpiente. Es mi hora.
En ese preciso instante cada una de mis células cesa en su antediluviana tarea para bañarse en esos dorados rayos. Sólo somos el entorno y yo. No existe nadie más no hay ninguna otra verdad excepto la irrealidad de la existencia misma. Somos el todo y yo, o el yo en un todo.
2 comentarios:
"La hora del lobo es el momento entre la noche y la aurora cuando la mayoría de la gente muere, cuando el sueño es más profundo, cuando las pesadillas son más reales, cuando los insomnes se ven acosados por sus mayores temores, cuando los fantasmas y los demonios son más poderosos..."
Ingmar Bergman, La hora del lobo.
Supongo que en la variedad está el gusto ;)
ronroneos desde las sombras
*Mi querido Gato, mi buen Gato,
No deja usted de sorprenderme con sus siempre certeras palabras. Tal vez esto suponga que vivimos algo más que la hora, algo así como en la era del felino. ;)
Oleadas de besos.
Publicar un comentario