"Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca del Cuzco. Yo me había despedido de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos las ruinas de piedra, cuando un niño del lugar, enclenque, haraposo, se acercó a pedirme que le regalara una lapicera. No podía darle la lapicera que tenía, por que la estaba usando en no sé que aburridas anotaciones, pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano. Súbitamente, se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitas cuarteadas de mugre y frío, pieles de cuero quemado: había quien quería un cóndor y quién una serpiente, otros preferían loritos o lechuzas y no faltaba los que pedían un fantasma o un dragón.
Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba mas de un metro del suelo, me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca:
-Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima -dijo
-¿Y anda bien? -le pregunté
-Atrasa un poco -reconoció".
E. Galeano
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Esta marea se toma un tiempo de descanso, medido con el reloj del cuento.
~ Oleadas de intemporales besos ~
5 comentarios:
Con Galeano hago parada y fonda donde sea.
¿Sabe una cosa?, cuando por casualidad entré en su blog la primera vez y leí ese trozo de Galeano, no paré hasta tener el libro en mis manos. Reconozco que me enganchó.
Parte de ello se lo debo a este blog.
Saludos Marea Blanca, tenga ud buen día.
Desde luego, el materialismo es una auténtica mierda al lado de la ilusión, precioso texto!
Tampoco conocía la obra de Galeano hasta que di con usted. Este relato ha sacado una sonrisa. Tiene mucho significado. Le agradezco por compartirlo.
Que descanse, pero no se le vaya a atrasar mucho el reloj. Aqui le estamos esperando.
Seguimos sin ponernos de acuerdo ;-)
Me ha encogido el corazón pensar en la carita del niño y el no-reloj, Galeano siempre va un poco más allá.
Oleadas de abrazos que lleguen a tus playas.
*Querida Rani,
Me alegra mucho que también compartamos el gusto por leer a Galeano, sumando éste a nuestro querido Gatopardo, ya compartimos dos lectura favoritas. ;)
*Querido Adriá,
Qué alegría que le gustase la elección del texto.. Aprovecho para disculparme por la escasez de mis visitas, pero ando de mudanza y casi no tengo tiempo ni de ver cómo anda mi casa... pondré fin a estas faltas de atención tan pronto me establezca.. espero no me lo tenga muy en cuenta.
*Queridísimo Gatopardo,
No me puedo creer que esta humilde marea le haya podido dar a conocer a "un grande".. bienvenido el desconocimiento que nos permite la sorpresa del descubrimiento.
*Querida Fusa,
Las palabras de Galeano, atraviesan el papel, traspasan los teclados, ciertamente siempre van más allá por ser puro sentimiento y ese, es universal.
(Gracias por sus oleadas de abrazos, que le garantizo que llegan a estas playas)
*A todos, oleadas de besos.
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