Hubo un tiempo en que los trajes eran oscuros para reflectar los rayos solares, pero habían cambiado muchos las cosas y se habían modernizado con nuevos diseños.
Ahora unos trajes transparentes se adaptaban a las radiaciones de forma autónoma y automática. Era como una segunda piel inteligente. De esta forma vivíamos constantemente como dentro de un preservativo gigante.
Ya nadie recordaba el contacto con otro cuerpo, casi era difícil notar el propio.
Existía una facción que mantenía firme la idea de que aquella no era forma de vivir. Apelaban a la naturalidad de la vida, a la necesidad de movimientos a auténticos que nos permitiesen volver a sentir, a recuperar nuestro tacto. A mí sinceramente, me parecían unos maniáticos, un movimiento casi sectario.
No eran más que tonterías aquello que decían, un suicidio. Ya nos habían enseñado, desde que nacíamos, que si nos quitábamos nuestros trajes aislantes, no sobreviviríamos.
Me interesé en su ideología no fue más que por un proyecto que me había encargado la Casa Matriz, esa gran madre que nos proveía de sintético alimento espiritual y material.
Mi investigación me llevó involucrarme mucho profundamente de lo que yo esperaba y pronto me gané la confianza de estos revolucionarios y me mostraron su gran secreto, lo que ellos denominaban “cámaras de ventilación”.
En estas cámaras, los muy locos se deshacían de sus trajes exponiéndose a …. Sentir, pero esto no significaba nada más que el principio de su gran proyecto, por el que pretendían extender este peligroso hábito por la faz de aquella tierra.
Tuve que probar, aún jugándome la vida, todo por la Gran Casa … pero todo cambió, sorprendentemente, a pesar de la extrañeza que aquella sensación primigenia volví a sentir, en realidad, sentí por primera vez en toda mi vida.
Ahora les estoy ayudando con el proyecto final, vamos a quemar todas las fábricas y sus trajes porque tras años de investigación, la facción ha descubierto la Gran Mentira creada por la Casa Matriz cuyo único fin ha sido separarnos y no dejarnos sentir, de forma que fuésemos productividad al ciento por ciento.
Sólo deseo que el planeta pueda aprender a sentir porque aunque también he descubierto que es en muchos casos doloroso, es realmente saber vivir.
5 comentarios:
Desenas de miles de años de tratar de aprender sobre nuestros sentimientos perdidos por la maldita casa matriz. ¡Y LUEGO HAY QUE VOLVER A EMPEZAR DE CERO! A que estos mundos ideales...
maullidos de utopia, secos, insensibles, con centro líquido amoroso para ser redescubierto
Fe de erratas: Decenas se escribe con "C". Pero quizá algún día un mundo utópico al estilo de 1984 nos simplifique hasta el lenguaje.
*Mi querido Gatopardo,
En este espacio, podrá escribir usted como le plazca... en este espacio si alguien manda, es Mareblanca. ;)
Mareablanca que decidió ser transparente de puro sentimiento..
Oleadas de besos.
Creo que ya estamos empezando a vivir en ese tiempo.
Cada vez hay más personas que viven en universos privados y que se relacionan lo mínimo con los que les rodean, me pregunto xq.
Quizás es fácil inclucar el miedo a que los demás les contaminen con su propia vida.
Besos
*Querida MDM,
Yo creo que ese tiempo lamentablemente siempre ha existido, en nosotros está que nuestro universo privado haga honor a su nombre y se universalice!!! ;)
El mío me llevó al camino más universal que conozco, que es este cibernético.... un pequeño paso para el hombre ....
Gracias por sus visitas,
Oleadas de besos.
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